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Centrales de la liga

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Mario Hermoso – Atlético de Madrid. Antonio Rüdiger – Real Madrid. José María Giménez – Atlético de Madrid.

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Antonio Rüdiger llegó al Chelsea en el verano de procedente de la Roma, donde pasó dos temporadas. Una de ellas marcada por una grave lesión en su rodilla derecha que lo alejó de los terrenos de juego durante varios meses, perdiéndose en este periodo de tiempo la Eurocopa de con Alemania.

Una etapa en Inglaterra que Rüdiger dio por finalizada para firmar por el Real Madrid. Puede jugar en cualquiera de los perfiles del centro de la zaga, tanto en una defensa compuesta por dos centrales como en una de tres. No es un central que destaque por su exquisito trato de balón. Pero el paso de los años y la importancia que le dieron tanto Tuchel, como Hansi Flick en la selección de Alemania, le permitieron aprender a salir jugando y generar superioridades en el centro del campo.

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Con el balón en los pies, no es un defensor que busque permanentemente filtrar pases por dentro. Pero cuando tiene la oportunidad de fijar para atraer, y posteriormente entregar el balón al compañero liberado, lo puede hacer sin complicaciones. En sus avances, Rüdiger se vale de una de sus mejores cualidades: la conducción. Su potencia con el balón le permite realizar avances a gran velocidad donde es difícil arrebatarle la posesión.

En esas acciones busca atraer la presión de los delanteros o extremos rivales arriba , siempre de manera vertical y con la intención de encontrar soluciones con un pase hacia un compañero, tanto a la espalda como al costado del jugador que lo presiona. Ese pase lo ejecuta con precisión y en corto, eligiendo al compañero liberado. También participa en la progresión del juego de su equipo con cambios de orientación.

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Así, es habitual ver a Rüdiger en el Chelsea, equipo que siempre juega con un futbolista pegado a banda, ejecutar cambios de orientación con mucha regularidad y naturalidad abajo. Otra faceta que destaca de Rüdiger en tareas ofensivas es su gran capacidad de remate en el juego aéreo. Cuando el equipo rival ataca con superioridad numérica, su equipo debe temporizar o realizar alguna cobertura.

Su envergadura le convierte en un puntal para su equipo en los balones aéreos. Pese a ser diestro, Rüdiger suele ocupar en la defensa del Chelsea el perfil izquierdo en la línea de tres centrales que propone Tuchel. Su posición varía en función de los compañeros que tenga a sus costados. En numerosas ocasiones, Rüdiger no duda en ir hasta al campo contrario y evitar que el delantero rival gire o descargue el balón de cara para el posible contraataque rival.

Tiene un alto índice de éxito en anticiparse para cortar la jugada y dar tiempo a su equipo a volver a organizarse. La selección alemana, al igual que el Chelsea, también es un equipo que constantemente busca atacar el arco contrario, dejando espacio a su espalda. Una situación en la que aprovecha el veloz retroceso de Rüdiger para protegerse de las posibles situaciones en contra.

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Ahí opta después por buscar soluciones con los interiores arriba. Pero esto sucede mientras busca que la primera línea de presión rival salte, abandonando su posición y generando espacios. En fase de posesión, opta por atraer para progresar hasta la segunda línea, protegido por las superioridades generadas en el mediocampo rival.

Desarrollado por. Manual de resistencia. Matías Almeyda: Sistemas de juego. Sistemas de juego: Dejar algo para el futuro.

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