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Víctor Muñoz Villanueva, más conocido como Víctor Muñoz, es un futbolista español que juega como centrocampista ofensivo en el Real Madrid Castilla Club de Fútbol de la Primera Federación, tercera categoría del fútbol de España. Official website where you can relive the best moments of Víctor Muñoz, player from Real Madrid Castilla, with statistics, photos, and videos. Víctor Muñoz Villanueva (Barcelona, 13 de julio de ), más conocido como Víctor Muñoz, es un futbolista español que juega como centrocampista ofensivo en.
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De hecho, el asturiano colgó las botas siete años antes de que yo aterrizara en este mundo que hoy llora por su muerte. Sin embargo, creo que conocer y recordar nuestro pasado es la mejor manera de andar hacia el futuro; fijarnos siempre en la figura de los que nos han precedido y han luchado para que este mundo sea un poquito mejor. Y aunque este artículo no pretende rememorar la trayectoria de El Brujo, sí que quiere intentar rendirle un pequeño homenaje y honrar su memoria, la de uno de esos jugadores que, a pesar de que los que nacimos en la década de los 90 tan solo los conocemos por algunos vídeos antiguos y borrosos de YouTube, engancharon a nuestros padres a este bello deporte.
Con todo, aquella noche, mientras convivía con el miedo y soñaba con volver a pisar el exterior desde un frío y pequeño zulo de la calle Jerónimo Vicens, El Brujo presenció el debut del zaragozano Víctor Muñoz con la selección española absoluta.
Víctor Muñoz trabaja como responsable de un concurrido centro polideportivo de la capital catalana. El motivo de la entrevista es claro e inequívoco: la eliminación del Real Madrid en las semifinales de la Copa del Rey a manos del Real Zaragoza tras aquel mítico en La Romareda, y hay que recordarlo. Fue una avalancha de juego, un partido electrizante. Ciertamente, lo que sucedió en aquel encuentro del 8 de febrero de fue algo excepcional.
Sabíamos el potencial que teníamos, pero nunca te esperas un partido así. Y es que, desde que Alfonso Pérez Burrull decretó el inicio del choque, los El primer gol no se hizo esperar. En el minuto 14, Ewerthon culminó una jugada individual marca de la casa con un pase de la muerte para Diego Milito, que batió a Iker Casillas con un potente derechazo. El conjunto de La Romareda podía haberse quedado ahí, gestionando la ventaja sin correr riesgos, pero aquella noche tenía otros planes.
Antes del descanso, Julio Baptista recortó distancias por el Madrid al rematar una falta servida por Beckham. El tanto pareció devolver a la vida a los futbolistas de Juan Ramón López Caro, pero el intento de reacción del equipo blanco se quedó en nada cuando, en el minuto 55, Diego Milito completó su póquer de goles al cabecear, completamente solo en el punto de penalti, un saque de esquina sacado por Cani. Fue entonces, cuando el electrónico ya señalaba un contundente a favor de los locales, cuando López Caro decidió dar entrada a Antonio Cassano… y a Zinedine Zidane.
De hecho, tan inalcanzable era el Zaragoza para el conjunto madrileño en esos momentos que, en el minuto 82, Ewerthon se dio el placer de cerrar ese con un auténtico golazo, el mejor de aquella noche. La hazaña era completa, y el día después los periódicos deportivos no hablaron de otra cosa.
La hinchada, después de eliminar al Atlético y al Barcelona, soñaba con una nueva gesta, con la consecución de un resultado que diera margen a la esperanza para el encuentro de vuelta en el Santiago Bernabéu. Para nada. Después del pitido final, todos los focos se centraron en los futbolistas del conjunto maño: todos los medios querían recoger sus impresiones sobre aquel resultado histórico. Hemos superado totalmente al Madrid. Hemos dado un gran paso, pero todavía no estamos en la final.
De hecho, desde La Romareda, el conjunto blanco empezó a preparar la remontada. Efectivamente, cuando el Zaragoza pisó el Santiago Bernabéu se encontró con un escenario muy hostil, con un estadio que casi había olvidado el resultado de la ida y que estaba convencido de que su equipo iba a acceder a la final.
Es que el balón no nos duraba nada, y el ambiente era impresionante. Yo no he vivido nunca nada parecido. No había noticias del Real Zaragoza sobre el césped del Santiago Bernabéu. Con todo, el encuentro llegó al descanso con el en el marcador y los dos equipos se retiraron a los vestuarios. Pero frenar a aquel Real Madrid desatado no era tan sencillo. Ha sido como el ejército de Pancho Villa contra Napoleón.
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